


La Tate Britain exhibe pinturas (45), dibujos a lápiz y acuarelas del artista Chris Ofili (1968), uno de los pintores británicos mas aclamados de su generación, todas ellas de la década de los noventa hasta hoy. Ofili ganó el Premio Turner en 1998 y representó a Gran Bretaña en la 50 ª Bienal de Venecia en 2003.Las primeras obras de Ofili recurren a una amplia gama de influencias, desde las pinturas de la cueva de Zimbabue, héroes de cómics y la fusión con iconos del funk y hip-hop. Por primera vez, estos cuadros tan famosos se presentan junto con la evolución actual, después de su traslado a Trinidad en 2005. Las obras recientes continúan recurriendo a diversas fuentes de inspiración, llenos de referencias a temas sensuales y bíblicos, así como el paisaje de Trinidad y su mitología, pero con una paleta de colores simplificados.
Destaca la inclusión de No Woman, No Cry, 1998, un tierno retrato de una figura de mujer llorando, creado a raíz de la investigación del asesinato de Stephen Lawrence, y de The Upper Room 1999-2002, una sala con paneles de madera de nogal que contiene trece lienzos que representan monos rhesus.








































