FIAC, cual Ave Fénix, comienza su edición número treinta y seis en dura competencia con Londres, más freca y arriesgada, además absorbe algunas galerías desertoras de otras ferias que buscan seguridad en un mercado más estable, bajo el paraguas del arte moderno frente al contemporáneo, con una novedad sobresaliente, su "Modern Project", donde se mostraran sólo piezas museables de muy alta calidad, como el retrato de Bacon de George Dyer con un valor de 40 millones de dólares. Sin duda la feria apuesta por los valores seguros, grandes nombres desprovistos de riesgos.
A una parada de metro del Grand Palais, se encuentra el Cour Carrée del Louvre, y su sección mas joven que ha tenido gran acogida y un sabor mas internacional con respecto a su hermano mayor del Grand Palais, mucho mas afrancesado.
La tercera sección se cierra en el jardín de las Tullerías, salpicado de esculturas de gran tamaño y entrada libre, que funciona como enlace entre las dos sedes y que pone punto y final a esta ópera del mercado del arte en tres actos.
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