16 de abril de 2013

Mitsuo Miura. Palacio de Cristal, Madrid





El trabajo de Mitsuo Miura (Iwate, 1946), residente en España desde 1966, 
se ha distinguido por el uso de formas cercanas a la geome­tría, de colores 
muy definidos según los temas tratados, utilizando diversos métodos, 
técnicas y disciplinas y acercándose a lenguajes propios de movimientos 
de la segunda mitad del siglo XX como el minimalismo. 
Su obra tiende a hacer dialogar los materiales expuestos con el espacio 
que los alberga, al tiempo que suscita referencias casi imperceptibles a 
elementos de la naturaleza, es­tilizados y reducidos a sus expresiones mínimas.
En Memorias imaginadas, su intervención en el Palacio de Cristal, profundiza 
en dos de las inquietudes estéticas que articulan su vocabulario artístico: 
las formas geométricas y los colores puros. Para esta sede del Museo Reina Sofía, 
su propuesta parte de lo pictórico y se extiende hacia lo espacial a través de 
círculos de colores distribuidos por el suelo y suspendidos en la cubierta del palacio. 
Además, Miura incluye en este trabajo franjas de color situadas de manera 
intermitente en el zócalo del interior del edificio. Su modo de hacer se construye 
así como una memoria en la que se reactiva un espacio de lo posible, un área 
imaginaria de existencia incierta que solo puede ser completada mentalmente. 
La propia utilización de colores desvaídos remite a la representación de situaciones difusas.
La transparencia que caracteriza el espacio expositivo y la posibilidad de que la 
luz exterior incida sobre el color, hace que su percepción se modifique 
levemente según el momento horario y las condiciones climáticas. 
Un juego visual que no se dirige hacia lo monumental y lo explícito sino hacia 
lo sugerido y lo íntimo.
La columna aparece como un elemento clave dentro de su búsqueda de 
lo esencial y la reducción de lo formal hacia sus expresiones mínimas. 
Sirve como nexo arquitectónico milenario que posee una génesis relacionada 
con el esquematismo arbóreo. Este relato se complementa con los árboles del 
propio Parque del Retiro, que sirve como telón de fondo natural del paisaje plástico, 
abstracto y estilizado que elabora el artista japonés. El contexto exterior se 
convierte en parte sustancial del sentido que adquiere el trabajo artístico que 
realiza para el Palacio de Cristal.
 Cortesía > http://www.museoreinasofia.es

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