El Centro de Arte Contemporáneo de Málaga presenta la primera exposición individual en España de Subodh Gupta The imaginary order of the things. La exposición, comisariada por Fernando Francés, incluye tres piezas inéditas que han viajado desde la India para esta exposición. Sus esculturas, instalaciones, vídeos y pinturas se caracterizan por mostrar elementos cotidianos, empleados en el día a día de una familia, en un contexto y con uso diferentes, lejos de los estereotipos convencionales de la India. Su obra representa la unión entre el mundo urbano y el rural, el mundo espiritual y el material, al evocar, por un lado, la idea de la emigración de las familias hacia las áreas de mayor desarrollo, y por otro lado, la tradición y los rituales relgiosos. Emplea una gran variedad de elementos y materiales en su trabajo y destaca el enorme tamaño de sus obras. Subodh Gupta vive y trabaja en Nueva Delhi desde 1990. En total se expondrán 19 piezas. Esta exposición se suma a los actos programados con motivo del décimo aniversario del CAC Málaga (2003-2013).
“De alguna manera, mi trabajo está un poco teatralizado. Se puede ver que hay un casting detrás, y todo lo que se emplea es bastante teatral”, explica sobre su propio proceso creativo el artista indio Subodh Gupta (Khagaul, Bihar, la India, 1964). Estas referencias al teatro y al mundo de la interpretación no son por casualidad. El artista fue actor durante una época y con este símil compara entre los pasos que se dan para realizar una obra de teatro y para crear una pieza de arte. De hecho, emplea un gran número de materiales diferentes y medios que también evidencian la clasificación de clases sociales de su país: utensilios brillantes y modernos, que se usan en las familias acomodadas de las zonas desarrolladas, en contraste con los objetos simples y tradicionales que se emplean en las áreas rurales. Su obra persigue reflejar fielmente la realidad que le rodea, ser un puente entre la cultura de su país y el resto del mundo.
Sin renunciar a lo material, muy al contrario, basándose en él hasta los límites de la exageración y la monumentalidad (Bombaysers de Lille, un homenaje a la memoria del tsunami de 2004), del barroquismo, consigue que la emoción, un sentimiento tan íntimo como escaso, entremezcla y derrumba todos los límites y los muros del pensamiento y la razón. Él es una especie de Robin Hood moderno que se apropia del drama indio, lo recodifica, lo dota de una carga emocional y lo devuelve como un regalo para los ojos y el pensamiento. Nada escapa a la casualidad en su obra. El mismo proceso de pensamiento es un rito, una ceremonia en la que, como un alquimista avezado, recupera todos los recuerdos de la infancia y la juventud, los símbolos, las cazuelas como si fueran objetos de deseo o de culto o, ambas cosas a la vez, las pátinas con mensaje, los bronces y los oros de lo sagrado, el metal aceroso del progreso industrial y todos para que el resultado sea una suerte equilibrada de antigüedad y vanguardia, de caos y orden, de equilibrio y turbación, de emoción y suspense. Sólo la habilidad de un poeta puede armonizar todos esos elementos en una obra de arte con la seguridad de que no hay mentira alguna en su discurso. La capacidad de convencer que posee la obra de Gupta es solo posible gracias al compromiso vital que el artista tiene con su obra (…)”.
Esta visión se ve reforzada por el cambio social sufrido en las últimas décadas en la India y que ha empujado a la emigración hacia áreas urbanas de las familias procedentes de las zonas agrarias. En The imaginary order of the things se representa esta forma de vida nómada y el artista emplea para ello elementos y utensilios que carga de simbolismo, como es el hecho de las barcas que transportan los enseres de las familias en las migraciones, y en las que hay hueco para albergar toda una vida (All in the same boat, 2012-2013). Estas familias errantes portan todas sus cacerolas, vasijas, cuencos, platos y toda clase de objeto, utensilios que lejos del entorno doméstico reflejan la vida diaria de miles de familias indias y tienen un marcado carácter cultural, en cuanto a los materiales que emplea y el modo en el que se usan (Ancestor Cupboard, 2012; Family Nest Nº 3, 2012 o The imaginary order of the things, 2012-2013).
Otra idea relacionada con el empleo de estos enseres es el significado que tiene dentro de una sociedad religiosa. La comida, la forma de cocinar, los eventos relacionados con los rituales hinduistas, hasta los horarios y toda clase de liturgia que acompaña al acto de sentarse en una mesa están implícitos en su trabajo. Subodh Gupta representa los objetos vacíos, porque aclara que la importancia de los utensilios de cocina “no es solo social, es también religiosa e ideológica”.
Cortesía : http://cacmalaga.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario